Hablemos de Ansiedad: Cómo Abrir el Diálogo y Cuidar Nuestra Salud Mental
- Pam
- 30 mar
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 6 jul

¿Alguna vez has sentido un nudo en el estómago sin razón aparente? ¿Tu mente corriendo a mil por hora sin poder detenerla? ¿Un cansancio profundo, pero al mismo tiempo una energía nerviosa difícil de explicar? Eso, muchas veces, es ansiedad. Y lo más difícil no siempre es sentirla... lo más difícil es hablar de ella.
Durante mucho tiempo, se nos enseñó a callar lo que sentimos. A poner buena cara, a no incomodar, a seguir adelante aunque por dentro estemos en mil pedazos. Pero hoy, más que nunca, necesitamos romper ese silencio. Porque hablar de ansiedad es un acto de valentía, no de debilidad.
¿Por qué es importante hablar sobre la ansiedad?
🧩 Rompe el estigma
Cuando alguien se atreve a decir “tengo ansiedad”, no solo está abriendo su corazón, sino que también está quitándole poder al tabú. Decirlo en voz alta ayuda a que otros también se animen, y así poco a poco dejamos de verlo como algo “anormal” o “vergonzoso”.
💞 Fomenta la empatía y la comprensión
Cuántas veces hemos sentido alivio al saber que no estamos solos, que alguien más entiende lo que nos pasa. Hablar de ansiedad crea puentes entre personas, abre espacios de contención y nos recuerda que compartir lo que sentimos puede sanar más de lo que imaginamos.
🧭 Nos ayuda a identificar señales
Hablar abiertamente nos permite aprender a reconocer los síntomas antes de que se vuelvan insoportables: insomnio, falta de concentración, palpitaciones, cambios en el apetito… todo eso también es ansiedad. Cuanto antes la identifiquemos, antes podemos actuar.
🆘 Facilita el acceso a ayuda
Cuanto más normalicemos esta conversación, más accesibles serán los recursos: psicólogos, centros de salud mental, espacios de apoyo comunitario, libros, redes, grupos. A veces, una sola conversación puede ser el primer paso hacia el cuidado profundo.
🌱 ¿Cómo empezar a hablar de ansiedad? Un camino en cinco pasos
Primero debes recordar que no soy sicóloga ni experta, si escribo esto es por que en algún momento lo he vivido y esto me ayuda cuando tengo ansiedad por distintos motivos, y aquí estoy para compartirlos contigo.
1. Reconoce lo que estás sintiendo
El primer paso es contigo. Detente un momento, respira y obsérvate. ¿Qué estás sintiendo? ¿Dónde lo sientes en el cuerpo? Ponle nombre: “Me siento ansioso/a”, “Tengo miedo”, “Estoy nervioso/a y no sé por qué”. Nombrar la emoción le quita poder.
2. Busca un entorno seguro para compartirlo
No necesitas contárselo a todo el mundo. Elige a alguien de confianza. Una persona que sepa escuchar sin juzgar. Busca un momento tranquilo. Puedes comenzar diciendo: "Necesito hablar de algo que me cuesta un poco… últimamente me he sentido con mucha ansiedad y necesito expresarlo."
3. Exprésate sin culpa ni juicio
No minimices lo que sientes con frases como “quizás estoy exagerando” o “no debería sentirme así”. Lo que sientes es válido. Punto. Expresa cómo se manifiesta en ti: "Me cuesta dormir", "siento que no puedo parar de pensar", "me invade una angustia sin motivo aparente".
4. Escucha a los demás y valida sus emociones
Esta conversación es de ida y vuelta. Si alguien te habla de su ansiedad, no lo minimices. No digas “no es para tanto” o “anímate”. A veces, lo único que el otro necesita es escuchar: “Estoy aquí para ti, entiendo lo que estás pasando, gracias por confiar en mí”.
5. Busca ayuda profesional si lo necesitas
Hablar con un terapeuta es un acto de amor propio. No hay que esperar a “tocar fondo”. Pedir ayuda no significa que estás roto/a. Significa que estás listo/a para cuidarte de verdad.
Durante los mayores momentos en los cuales experimente ansiedad fueron clave dos factores muy importantes: primero la terapia continua, y segundo un libro que te voy a recomendar del escritor Rafael Santandreu, "El Arte de no amargarse la vida". Ambas cosas fueron complementos importantes para mejorar y disminuir poco a poco la ansiedad.
💬 En palabras sinceras…
Hablar de ansiedad no va a hacer que desaparezca de un día para otro. Pero sí puede ayudarte a entenderte, aliviarte y empezar a sanar. A veces, lo único que necesitamos es saber que no estamos solos/as. Que no somos “raros”, ni “débiles”, ni “dramáticos”. Solo estamos sintiendo. Y sentir está bien.
🧡 Si llegaste hasta aquí…
Gracias. De verdad. Tal vez este texto era justo lo que necesitabas leer hoy. O quizás quieras compartirlo con alguien que lo necesite.
Te invito a que sigamos hablando. En los comentarios, en tus espacios seguros, en tu familia o con tus amigos. Porque cuando hablamos de ansiedad, empezamos a transformarla.
Abrazo
Pam
Comentarios